sábado, 26 de agosto de 2006

Composición tema: la vida humana

Con la vida -y en particular con la vida humana- pasa -creo que no casualmente- lo que con el lenguaje, humano claro. Una vez que lo hemos descripto exhaustivamente o usado de diversas formas, creemos haberlo ya definido. Lo damos por sabido. Incluso para no tener que definirlo.

Porque pasa que hablamos de la vida humana sin haberla definido. Hablamos de millones de aspectos laterales a la cuestión. De la Inquisición y de los males cósmicos, de los pobres del mundo y del fascismo, de la deuda externa y del inmanestismo stalinista, hablamos de todas las formas abyectas o sublimes de la vida humana, de los milagros de la ciencia y de la técnica o de los logros culturales de la antigüedad. De lo que yo siento sobre tal asunto o de lo que les despierta a los otros lo que otros dicen de los otros que hablan del asunto. Y así, y más y más cosas. Muy bien.

Ahora.

Una definición de la vida humana, por favor. Una sola, si es posible (aunque a esta altura se podría comenzar por siquiera alguna...)

Convendría, creo.

Por lo pronto para saber de qué estamos hablando. Y tiene que ser unívoca, en principio, para que quienes se refieran a la vida humana se refieran a la misma cosa cuando hablan de la misma cosa. Es decir, un término definido de tal manera que se aplique a todos los individuos a los que se les aplica, con la misma significación.

¿Es acaso posible definir la vida humana? ¿Hay alguna disciplina a la que le sea pertinente definir qué es la vida humana? ¿Ninguna puede? ¿Cualquiera puede? ¿Algunas pueden?

(Entiendo, claro, que es más cómoda la conversación cuando no hay que definir exactamente de qué estamos hablando y podemos decir todo lo que queremos decir, tanto sobre eso de lo que estamos obligados a hablar o como sobre aquello de lo que queremos hablar, aunque no se tratare de aquello de lo que decimos estar hablando. Entiendo también que de ese modo la conversación es posiblemente más enfática, variada y conmovedora. Sí. Entiendo.)