domingo, 7 de diciembre de 2003

Oración del Feligrés

Porque te vea expoliada
no voy a quererte menos;
de llanto mis ojos llenos
no torcerán la mirada;
la fe no precisa nada
que por gala te decore;
para que en el yermo adore
me basta acatar tu voz,
pero, por amor de Dios,
no me pidas que no llore.



Carlos Sáenz