jueves, 11 de abril de 2013

No quiero prenda con dueño

No quiero prenda con dueño
que me la quiten mañana;
quiero prenda que me dure
hasta que me dé la gana.

Esta glosa me fue dictada por Don Patricio Castro, vecino de La Cocha, Graneros.

Castro me dictó en el tercer verso de la tercera décima:
hacherías y otros varios, y como no existe la voz hacherías, me ha parecido lógico corregirlo como va.

Así dice Juan Alfonso Carrizo al introducir la glosa a esa copla que recogió de boca de un hombre de a pie en el norte argentino hace algo menos de 100 años. Está en un libro que no es solamente sabroso, es útil y necesario.

El cristianismo en los cantares populares -de ese libro de Carrizo se trata- es realmente necesario. Hoy más que antes. Y creo que es necesario editarlo otra vez, si falta. Y otra vez más. Y difundirlo. Me lo regaló un amigo hace unos 20 años y no lo he apreciado del todo sino hasta después.

Tiene materiales que Carrizo recogió en sus increíbles investigaciones, que son ellas mismas una aventura que vale la pena conocer. Los Cancioneros fruto de esos viajes y que recopiló en provincias del norte y del noroeste argentino -obras también necesarias y que hay que seguir editando como fuere-, siguen siendo un monumento literario y cultural como no hay otro en habla hispana.

Estas cosas las sabe buena parte de los gentiles lectores. Así que, a qué insistir...


Por ejemplo, esta copla que vimos y la glosa que viene abajo son tucumanas, como ha dicho:

No quiero prenda con dueño
que me la quiten mañana;
quiero prenda que me dure
hasta que me dé la gana.
San Pedro plantó un madero
fue para mil maravillas,
se convirtió en tres semillas
de palma, laurel y cedro.
Les dijo el Señor: "Me alegro
que trabajen con empeño
en este sagrado leño,
que ha de cubrir a mi rostro
y, si ha de ser para otro,
no quiero prenda con dueño".

Trajeron un cireneo,
que ayude a cargar la cruz;
conoció que era Jesús,
la cargó con más deseo.
¡Oh, qué magnífico empleo
de esta alma tan pura y sana!
Dijo el Señor: "Pues me amas,
el salvarte yo prevengo,
si esta vida que yo tengo
me la han de quitar mañana".

Yo vide tres carpinteros,
en el monte del Calvario
hacheros con otros varios
fabricándole el madero,
y dijo el Señor: "Me alegro.
Judíos, no se apresuren,
en trabajar no se apuren
esa cruz tan linda y bella,
si es para morir en ella
quiero prenda que me dure".

La hora de la victoria
de Jesucristo llegó.
Del sepulcro se voló,
como paloma, a la gloria,
y les dijo en su memoria
a estas gentes inhumanas:
"Con vuestras armas tiranas,
si pueden alcancenmé,
porque yo no volveré
hasta que me dé la gana".




Aunque lo importante es la copla y su glosa, algunas breves notas.

Hay versiones profanas de la copla popular que aparecen con una segunda estrofa:
Vano es querer con empeño
si ya tienes otro amante,
que yo ni por un instante
no quiero prenda con dueño.
Por si importa, el cantante León Gieco menciona la copla que recoge Carrizo en una canción que se llama Las hojas tienen mudanza.

Lo que sí importa es que Francisco Rodríguez Marín, en su edición de Cantos populares españoles, la menciona aunque con alguna variante menor:
No quiero prenda con dueño
que me la quiten mañana;
quiero prenda que me dure
el tiempo que me dé gana.
 Allí está en otro contexto, claro, y es pícara y amorosa, porque la copla no es religiosa en sus orígenes, aunque la glosa que recogió Carrizo sí lo sea.

Y la última, y me voy: creo que Carrizo hizo bien en no corregir a Don Patricio Castro al final de la segunda décima de la glosa, cuando el verso difiere del de la copla original. Y mejor hizo en no decir nada, con señorío y sapiencia, me parece.