Supe que el corazón acorazado,con argucias y mañas de velero,luce como pastor y es marineroy celebra su tiempo navegado.Conocí que no hay mar que haya esquivadoy que de cada puerto pasajerohizo su habitación y abrevadero.Y que, apenas llegar, ya eran pasado.Noté que con su empaque de crucero,su gracia bergantín, su ardor botero,timonea feliz el rumbo andado.Y al fin he visto que su afán gavieroes ser la vela, el viento enamorado,y ser el propio mar y ser viajero.