domingo, 1 de septiembre de 2024

Marinero de mar


Supe que el corazón acorazado,
con argucias y mañas de velero,
luce como pastor y es marinero
y celebra su tiempo navegado.

Conocí que no hay mar que haya esquivado
y que de cada puerto pasajero
hizo su habitación y abrevadero.
Y que, apenas llegar, ya eran pasado.

Noté que con su empaque de crucero,
su gracia bergantín, su ardor botero,
timonea feliz el rumbo andado.

Y al fin he visto que su afán gaviero
es ser la vela, el viento enamorado,
y ser el propio mar y ser viajero.