Estás a esa distancia que parecela eternidad fugaz de cada instante,o esa ansiedad sin tiempo del amanteque en la presencia de la amada crece.Estás entre la niebla trashumantede cada día gris, cuando atardece;y en un canto zorzal que se entristecey, con él, mi mirada consonante.Pero estás, y tu ausencia ya no existe.Y estás porque yo estoy siempre contigo.Estás, y porque estás, te pertenezco.Y así es que la tristeza de lo tristeme manda ser feliz como castigoy obliga a una alegría que obedezco.