miércoles, 8 de diciembre de 2004

Era costumbre en la revista de Castellani publicar epigramas, además de poemas, obras de teatro y relatos. Así, en el último número de Jauja había un simpático anagrama latino.

El recuadro en el que está, trae una aclaración al final que explica que no es epigrama sino anagrama o hierograma, y dice, a su vez, traduciéndolo:
En el tiempo en que se disputaba en la "Schola" la Inmaculada Concepción, un escolar halló que las letras de la Salutación Angélica daban el dogma de la Purísima:

"Ave María, llena eres de gracia, el Señor es contigo"

"Madre de Dios fui, por tanto Inmaculada"
Entonces, el anagrama de:
Ave Maria gratia plena Dominus tecum
(así comienza el Ave Maria en latín, además) resulta:
Deipara inventa sum ergo Inmaculata

Un anagrama es la transformación de una palabra o frase en otra, trasponiendo sus letras.
Celebro el ingenio del escolar erudito que halló la correspondencia, de la que no creo que yo fuera capaz ni que me dieran todo el tiempo del mundo.
Con todo, una sola observación haría al pretérito perfecto (inventa sum) del hallazgo. Ese fui no me gusta, qué puedo hacer, lo prefiero en presente, aunque entiendo que es exigencia del régimen 'anagramático'.
Pero, de hecho, en el Ave Maria no hay otro tiempo sino presente y futuro.

Nota: Ya me pasó alguna otra vez aquí. La cabeza está mirando una cosa y el ojo otra. Por eso corregí recién (madrugada del 9) un error de tipeo doble, pues dos veces escribí sunt y era sum (así está en el original). Con peninsular acuidad, Luis observó el error que habría invalidado el anagrama. Así las cosas, no hay defecto de letras en el original de la revista. Ahora bien, el cambio de tercera plural a primera singular no invalida mi observación, pues seguimos en el pretérito perfecto, que probablemente era lo que estaba mirando la cabeza.