Cada hora que taja este caminoy lo hiere de espera de ir llegando,me demora en tu nombre. Y yo soñandoun cielo de delicias que imagino.La tarde viene a mí, entre fuego y vino,nubes de lino y luz ya coloreandomi frente, que en bandadas va volandoal nido de tu pecho, mi destino.Puerto en el alto espejo de tus ojos,posada tibia en tu regazo y sendapor donde el alma se aventura ardiente.Corazón peregrino, a tus antojosme ofrezco en obediencia y como prenda,me entrego amante, amor, como un presente.