No preciso el olvido o la memoria.
Ni la nostalgia o el dolor pasado.
Ni hay un recuerdo que me aprese, anclado,
al torrente de tiempo de la historia.Tengo ante mí el presente que has labrado
y una luz de alegría perentoria
que es todo gloria, amor: ¡es tanta gloria
que estoy del todo en ti glorificado!Antes de ti no existe: fue la nada.
Y todo no era todo: no existía.
Y ni siquiera sé si lo sabía.Pero ahora sé que fuiste inaugurada,
que yo no era hasta que tú me hiciste,
y sé, al final, que antes de ti, no existe.