(Creció como un silencio de tormenta,
urdió la voz con viento suave y silbos.
Miró la tarde y la encontró sin brillo
y en mis ojos fue luz que la encendiera.
Puso la nube en trance y se hizo lirio.
Dijo palabras suyas, pero nuestras,
y alzó su mano y completó la siembra
y al trigo lo hizo verde con suspiros.)
No sé si eres milagro de este día,
si eras mágica enantes y hoy te veo
mágicamente gobernar las cosas.
No sé si eres milagro, amanecida
en este tiempo que no sé si es tiempo
o en esta eternidad que eres ahora.