lunes, 26 de agosto de 2024

El parto de los montes (I)





Estrépitos y rumores de espanto. El temblor bronco de las piedras, una furia honda. La furia de la tierra.

Los montes van a parir y se anuncian sus grandezas con el estruendo. Temor de las gentes que se sorprenden con anticipo por las maravillas que saldrán de esas fuerzas horrísonas, furiosas y potentes. Temor y una alegría alocada, todo a la vez.

Se entiende: así es el parto de los montes. 

Pero.

Esopo, el fabulista griego, se burla del estrépito y el temblor. Tiene una fábula que se llama así: El parto de los montes. Y Q. Horacio, el poeta romano, le pone nombre en la lengua de Roma al barullo ridículo: Parturient montes, nascetur ridiculus mus

Sí, toda esa bulla y los montes parieron un ratón.

Claro. En la Argentina la fábula y la moraleja se reescribieron, según nuestro cachazudo y a la vez llorón modo de ser. En el fondo, escéptico y algo cobardón modo de ser.

Temblaron los montes de la política y de la economía, temblaron las venas terrosas de la patria, tembló y se agitó la raíz histórica de la nación, se conmovieron la religión, la cultura, hubo el estrépito del cambio, la revolución redentora, la profecía furiosa de un futuro enorme, lucido, rico, feliz.

Y entonces: Parturient montes, nascetur ridiculus mus.

Y asomó el morro puntiagudo un ratón rídiculo. Pardo, como todos los ratones.

Igual a todos los demás ratones. Más furibundo, convulso de prepotencia, carajeador y puteador, lascivo de bronca, un Narciso rabioso.

Atacado por un extraño priapismo de los números inverificables y de la grandilocuencia enrevesada y furibunda, enarbola una lanza que quiere atravesar la vida de las gentes para que sean felices por decreto.

Un ratón entre ratones. Y entre ratas. Un ratón que ruge como león desde las entrañas de los montes que lo han parido. Pero es un ratón. Entre ratas, sí. Pero un ratón.

Es que del rugido de los montes no ha nacido un león: ha nacido un ratón. 

Y ningún monte imponente ha nacido de semejante galope tremante de las palabras y los gestos. 

Puras palabras y gestos. 

Puro ratón.