viernes, 15 de marzo de 2013

Francisco

- ¿Y?

- ¿Y qué?

- ¿Qué  me dice?

- ¿De qué?

- Ah, no...., es el colmo, esto ya es demasiado... ¿Me está tomando por idiota? ¿Me está tomando el pelo? ¿Me va a decir que no piensa nada, no dice nada, no tiene ninguna impresión, emoción, alegría, fastidio, ansiedad, angustia, desesperación...?

- ....

- ¡Todo el mundo hablando del asunto desde el miércoles a las 4 de la tarde! ¡¡¡Un despelote cósmico del que habla todo el mundo, literalmente: t-o-d-o -e-l-m-u-n-d-o!!! ¿Y usted me va a decir que no tiene nada para decir?

- En primer lugar, precisamente, y si es verdad, como usted dice y le creo, que literalmente: t-o-d-o -e-l-m-u-n-d-o está hablando del asunto, ¿no le parece que ya es demasiado barullo? ¿Qué agregaría hablando? En segundo, ¿quiere que hable por las dudas, que diga algo porque algo hay que decir, no vaya a ser cosa que quede un renglón en blanco y yo no haya dicho nada? ¿De veras?

- Bueno, ya está. Terminemos con esta pavada: usted se pone en estrecho y no hay modo de sacarle una palabra...

- ...

- Pero, déle, hombre: no sea amargo: algo, alguito, cualquier cosa, para saber yo, nomás...Una pista tire, ¿qué piensa? ¿qué le parece? ¿qué dice...? No se hga el fifí...

- Mire, mi cuate: cuando tenga alguito que decir sobre el asunto así como usted lo pide, así como lo pregunta con tanta urgencia y tanta voracidad, si acaso tengo alguito, lo diré. O no. Pero, por lo pronto, y para que ya no me moleste más con este River-Boca, con esta especie de profecía actualizada en tiempo real que usted pide sobre unitarios y federales, le voy a decir tres cosas:

1. Quiero saber qué es y cómo es el hombre, qué es y adónde va la historia, qué es la Iglesia católica y cómo obra y cómo debe obrar en la historia. Y alguna idea de todo eso voy haciéndome.
Y todo esto -aunque sé que es una labor casi y sin casi inútil por la insuficiencia y cortedad de un servidor (y de todos los demás servidores, si me entiende...)- trato de mirarlo una y otra vez como lo miraría Dios, porque después de todo es el que tiene el diseño original de todo eso, es el que patentó el invento porque lo inventó Él. Porque si lo que a mí me parece no se parece a lo que a Él le parece, es lo mismo que nada. O peor que nada.

2. Alguna idea tengo de quién es Jorge Mario Bergoglio y qué hizo en su vida. No tanto como la mar de Bergogliólogos, Bergogliófilos o Bergogliópatas que hay por todas partes. Pero alguna idea tengo.

3. No tengo la más pálida idea de quién es Su Santidad Francisco ni de por qué ni para qué es Papa, ni de lo que hará de su vida y de la Iglesia.


De todo lo demás, que me parece que es lo de menos, se puede hablar tomando un rico mate o fatigando unos buenos vinos, sí señor, cómo no. Y puede ser harto curioso, espeluznante, conmovedor. Pero tiene mucho menos interés. Por ahora, al menos, y acaso como signo....

Y cuando sea del caso, no será aquí que haya que hablar de eso. Porque, o esto es más que política y causerie y entonces tiene importancia, o es nada más que política y catarsis y entonces es menos importante, si me permite el uso descuidado de la palabra política y el uso un poco malévolo de la palabra catarsis, claro...

Ahora, si lo que usted, mi buen amigo, quiere saber es si dormí bien estas noches, la respuesta es que sí, que dormí bien.

Como casi todas las noches, antes o después del miércoles 13 de marzo de 2013, Dios primero.