jueves, 14 de marzo de 2013

Es otoño, ya ves


Es otoño, ya ves. Llegó en sigilo
por las venas del sol, calladamente.
Y en su arrullo dorado hay la simiente
de un amor nuevo que me tiene en vilo.

Es otoño, ya ves. Me taja el filo
del aire y de tu mano, dulcemente;
y el ocre de tu voz me trama urgente
el canto en bronce que a tu luz destilo.
Es otoño, ya ves. ¿Llega de dónde?
Acaso de la savia que se muere
y silenciosamente nos espera.
Es otoño, ya ves. ¿Llega de dónde?
Acaso de una herida que no hiere
y que será a su tiempo primavera.