martes, 16 de septiembre de 2014

Nota breve y amable a la entrada anterior sobre el despecho hispano y la hispana pena, que en algo confirma la pena hispana que me da (aplicable sólo a lector de mala leche y corazón yermo, y espero no tener que decir nada más sobre el asunto)




Hay que joderse: el buen Dios permite que nos llegue de tanto en tanto algún que otro lector que no diré que es idiota, pero que seguramente es sin gracia (esto es, tan infeliz como desgraciado), y creo que lo hace sabiamente y más que nada para ayudarnos a cumplir la penitencia muy merecida por nuestros muchos pecados.

Sursum corda!

Y amén.