sábado, 29 de agosto de 2020

Soneto /III

 

Con el ángel me llegas cuando miro
al oriente de mí y hay sol entero,
mientras el alba de tu voz respiro.
Con el ángel callado delibero,
de pie en su aguja toda de zafiro,
quilla de plata para mi crucero.
Con el ángel te vas y me retiro 
y en cada rayo quedo prisionero
en la prisión de sol de tu suspiro. 
Con el ángel, destino marinero,
atado al remo de tu voz expiro,
ala de luz y aroma de romero.
Con el ángel, tu nombre: en él me inspiro.
Con el ángel, tu amor. Y te requiero.