(Aire de ronda infantil)
Tengo un arbolito
que planté en enero
y en una ramita
le cantó un jilguero.
En febrero, flores
me dio el arbolito
y, por cada flor,
cantó un pajarito.
Marzo entre sus ramas
se vino a posar;
le quitó las hojas
y empezó a temblar.
Con mucho cuidado
lo cubrí en abril
y un zorzal su canto
le cantó gentil.
Con su niebla, un día
llegó el mes de mayo:
le trajo la lluvia
y el trueno y el rayo.
Como ya es invierno,
en junio lo abrigo;
y el árbol se duerme
cantando conmigo.