lunes, 1 de junio de 2020

La viola del Señor de Sainte Colombe


Señor de Sainte Colombe, su viola hiere
el aire de esta tarde, en junio, al sur,
entre plátanos mudos deshojados
y una bruma del tiempo que lo anuncia.
El arco ya en su mano meláncolica
rasga una cuerda, punza el corazón,
y esparce la memoria amante y sola
de quien llevó su voz hasta el silencio.
Aparte de este mundo, siempre aparte,
Señor, las notas claras de su música
hienden su gozo triste a quien las oye.
Y anochece en preludios, mece el día
sin lágrimas, Señor, serenamente
al amparo feliz de su nostalgia.