lunes, 1 de junio de 2020

Cosecha II


No llega ni se va, como este otoño.
No es historia, tampoco es el futuro,
y en nada es el presente ni el instante.
Navega el tiempo sin timón ni mar.
Se enhebra entre las horas de la noche,
y con más hebras teje la mañana;
con hebras invisibles, cada tarde.
Tela inconsutil que recubre el día.
No. Para mí, cada minuto cuenta:
preñados de una viva consistencia,
vivos a fuerza de una luz de música
que en cadencias y cantos vibra en ellos,
y en todo lo que danza con su ritmo,
que es un amor que no conoce fin.