miércoles, 24 de junio de 2020

En el invierno


Qué bellamente el tiempo se marchita
y qué alegría da que haya pasado,
y que ya nada agita,
en la quietud que anuncia lo esperado.

Entonces lo que viene nos visita,
camina a nuestro lado,
habla un idioma dulce, acariciado
por una voz que invita,
un murmullo de fuego que palpita
y canta y resucita
la fibra amante, el corazón cansado.