viernes, 14 de septiembre de 2012

Romance chico

La luz de sus ojos
cantando se fue
y nadie le dice
cómo ni por qué.

La sierra de sus amores,
fragante de yerbabuena,
se despertó esta mañana
con sus galas de verbena.

Canta el agua un romancillo
y el chopo por petenera;
fandangos las aves cantan;
por soleares, las peñas.

La luz de sus ojos
cantando se fue
y nadie le dice
cómo ni por qué.

Ya va llegando al bohío,
tiembla la sangre, ya llega…
Todo el silencio del mundo
en el pecho le resuena.

¿Dónde, el amor de mi vida?
¿Dónde, tu voz? ¿Dónde?, ruega.
¿Dónde, mi sol, te me has ido?
¿Dónde? ¿Dónde…?, desespera.

La luz de sus ojos
cantando se fue
y nadie le dice
cómo ni por qué.