martes, 30 de abril de 2024

Llevo el otoño


Llevo el otoño al corazón prendido
como un broche de plata y una espada
que en esta entraña amante se haya hendido
y haya herido la fibra enamorada.

Llevo el otoño nuevo –y bienvenido
con su llovizna gris, tenaz, callada–,
que se enciende en el fuego que ha encendido
este pecho, mi hoguera y tu morada. 

Y lo dejo llegar y estar conmigo
y soy tan él al deshojar mis horas,
pues ser otoño es ser y deshojarme.

Y lo dejo venir: viene contigo
a las tardes de luz deslumbradoras
que has elegido para estar y amarme.