Hay un rumor azul de casuarina
que vuelve el cielo tibio y melodioso.
Un camino de sirga pedregoso
bordea en ocre el agua campesina.Silba en los fresnos un zorzal fogoso
y el aromo dorado se ilumina.
Y vuela una calandria hasta la encina
con un requiebro triste y amoroso.Detrás de los alerces y frutales,
un jardín de magnolias y rosales
abre sus brazos porque voy llegando.Con un aire a madera me perfumo,
y es otro abrazo que regala el humo
del fuego, con que estabas esperando.