jueves, 17 de junio de 2021

Elegía a la elegía


Es tiempo de que cante la elegía
–de que cante por mí–, porque ella pudo
llorar el llanto del dolor agudo
cuando el dolor agudo más hería.
Ya puedo oír su lamentar desnudo 
(y ahora siento lo que no sentía
cuando sufría y el dolor dormía)
entre los pliegues de su grito mudo.
Puede cantar con su aguijón de pena
y hendir la carne seca del desierto
hasta hacerlo gemir mientras verdece.
Y de hoy en más y con la copa llena,
mosto su pena a corazón abierto,
verá nacer el gozo mientras crece.