domingo, 14 de abril de 2019

Al asno chico


El profeta avisó: será un pollino,
un animal al yugo destinado,
y sobre él un hombre que, montado,
irá triunfante hacia su destino.
El asno lo miró y no vio su sino
pero lo vio fulgente y coronado
y, entre palmas y vítores, callado
recorrió con su Carga su camino.
Qué extraña suerte tuvo esa mañana:
el asna dio su hijo a que la historia
lo volviera inmortal en la memoria.
Y de qué modo dulce nos hermana
al asno chico el Rey del Universo
con su carga liviana y yugo terso.