miércoles, 26 de junio de 2013

La niebla sueña


La niebla sueña que ella enciende el día
y que es la luz su velo iluminado;
y sueña que, en el aire silenciado,
ella es el sol de esta mañana fría.
Sueña que el cielo ha abierto su costado
y que, el amanecer que allí tenía,
envuelto en neblinosa hechicería
de sus manos de niebla le ha brotado.
Mientras las llamas de mi fuego crecen
y hacen aroma el alma de la leña,
va al oeste la noche desvelada. 
Y en hebras de algodón se desvanecen
los sueños vanos que la niebla sueña
y de la niebla queda poco. O nada.