domingo, 21 de octubre de 2012

Tarde de primavera

Hay un rincón del mundo que gotea
rítmicamente lluvia silenciosa.
La tarde la acompaña cirenea,
a desgano, y arrastra pesarosa
la nostalgia de luz de la azalea,
las húmedas protestas de la rosa,
las espinas del tala que verdea
sangrando un agua clara y quejumbrosa.
Todo espera fulgor y pasa el trueno.
La noche se agazapa, el sol ausente
es oro y salvia púrpura en la nube
que en llama líquida se incendia a pleno.
Ya el mundo exhala un salmo que va y sube
por el cielo, que muere sonriente.