martes, 13 de junio de 2017

Todo es tuyo


Si siempre y cada vez la luz que hiere
fibra por fibra, en hebras luminosa,
dejara por el aire de la rosa
un aroma de luz que no muriere.
Si cada cosa y siempre obedeciere
ese rumor de luz que en cada cosa
vive latiendo el fuego silenciosa,
y quietamente en ese amor ardiere.
Los ojos que no ven despertarían,
y en cada cosa, en todo, estallarían
rayos de luz, murmullos de fulgores.
Secretamente enamorada, aguarda.
Sabe que el tiempo de lucir no tarda.  
Y que habrá sólo luz y ojos mejores.