domingo, 10 de abril de 2016

Distancias y recuerdos


Aquel que quiera distancias,
se hai' largar a caminar.
Aquel que quiera recuerdos,
algo tendrá que dejar.

Bien dicho.

Sencillo. Fácil de entender.

En las palabras, al menos (la vida es más que las palabras, eso se entiende).

Se entreveran el tiempo y el espacio: distancia es tiempo, también; recuerdo es espacio, de algún modo.

Y atrás (el lugar en el que la distancia pone los recuerdos) es tiempo y es espacio. Porque el tiempo, al pasar, aleja; el tiempo camina, digamos, y hace tanto distancias como recuerdos.

Y olvidos, claro: cosa que también hacen la distancia y el tiempo.


Me gustó más la segunda parte, por lo que tiene de paradójico eso de dejar algo para poder tener recuerdos.

Todo el día anduve dándole vueltas a esos dos versos. Hacen pensar. Y todavía no sé que pienso. Pero me gustan lo mismo.


La estrofa es letra de Martín Alemán Mónico, en Apenas palo.

La milonga quedó con otras cosas suyas hace más de un par de años en marenostrum.






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La letra completa:


Recitado

Alboradas grises dejaron
hebras de luna en mi pelo,
silencio de atardeceres,
secó en mis labios el canto.

El tiempo borró mis huellas,
y me quedé sin senderos.

Canto

Aquel que quiera distancias,
se hai' largar a caminar,
así me dijo la vida,
y me tuve que marchar.

Aquel que quiera recuerdos,
algo tendrá que dejar,
así me dijo la vida,
y me tuve que marchar.

Camino que no termina,
ahora es mi vida, y nada más,
ni siquiera soy palenque,
apenas palo nomás.

Aquel que quiera distancias,
se hai' largar a caminar.
Aquel que quiera recuerdos,
algo tendrá que dejar.

Así me dijo la vida,
y me tuve que marchar.
Ni siquiera soy un árbol,
apenas palo nomás.

Recitado

El tiempo, el tiempo borró mis huellas,
y me quedé sin senderos.