domingo, 21 de septiembre de 2014

5 o'clock... mate



No se fíe mucho de lo que digo, pero, hasta donde sé y vi, los ingleses y los chilenos tienen comidas o bebidas con nombre de horas.

(Seguro habrá otros. Por ejemplo, dicen que también los vascos con su hamaiketako -precisamente, la de las once-, aunque eso sólo lo sé de leídas.)

Los ingleses con su tea time, que se hace tópico como el 5 o'clock tea, que no es a las 5 de nada, sino más bien a las 4 de la tarde o incluso al atardecer y en ese caso cerca del té-cena, que llaman algunos por acá.

Cualquiera diría que la más simpática es la de los chilenos: las once (también, la once u once, derecho viejo...)

Se dice tomar once y no es a las once de ninguna hora del día, sino más bien a la tarde. Pero también se lo usa a veces como tentempié, o como una mezcla de viandas que se podría comer a cualquier hora. La botana de los mexicanos, podría decirse, o el picar algo de nosotros de acá, aunque allá suena más nutrido.

Es gracioso lo que dicen por ahí de su etimología.
El origen del término es discutido. Lo más probable es que sea la traducción literal de una comida tomada a media mañana conocida en inglés como elevenses ("onces"), interpretación que recoge la Real Academia Española.

Sin embargo, y según lo que posiblemente sea una etimología popular chilena, esta palabra provendría de la costumbre de los trabajadores de las salitreras que acompañaban la merienda con un trago de aguardiente, a finales del siglo XIX. Debido a la existencia de restricciones para beber alcohol, llamaban once a tal comida por la cantidad de letras (11) que posee la palabra aguardiente. Una variación de esta teoría señala que, durante la Colonia, los hombres que querían tomar aguardiente se referían a esta bebida como "11", para que las mujeres no se dieran cuenta. Otra versión cuenta que un club de reunión de damas, formado por un total de once personas, se juntaba a mitad de tarde para compartir té y galletas.


Mirá.

¿Y?

Y nada. Eso es todo.



Yo estaba tomando mate. También a la 5, claro.


Y me acordé de eso.

¿Por qué? ¿Tá mal?