sábado, 14 de mayo de 2011

(Mientras... III)

40’ 15’’.

Es exactamente lo que tendría que ocupar en un poco del Perú, si gusta, como me gusta a mí. Y hablo de música peruana, se entiende.

Pero, claro...

¿Quién tiene ese tiempo para una docena de huaynos, mambos, valsecitos, con guitarras, cajones, charangos, erkes...?

Claro. Yo entiendo.

Después de todo, siempre puede seguir de largo, ¿a qué perder el tiempo en estas orillas?

Mire, hagamos una cosa: yo le dejo aquí y abreviadas, las señas -en número de 12- de unas músicas peruanas y usted hace a su sabor, qué tanto…

Aquí va el Menú del día, pero, ya le digo, si quiere puede hacer dieta o ayuno...
1. Un simpático, gordo y anciano charanguista, Jaime Guardia, hace Hasta otra vista.

2. Una versión instrumental del clásico Cuando llora mi guitarra.

3. Un infaltable El Alcatraz, en la versión vieja de Arturo Zambo Cavero y Oscar (diga Óscar…) Avilés.

4. Dos versiones de otra conocida: Ojos Azules, de antigua poesía. Una, por Los Uros de Titicaca y la otra por Inti Illimani, algo más elaborada.

5. De Luis Abanto Morales, dos piezas, el Mambo de Machahuay y Quiéreme.

6. Sigue la muy sentida Wakschaschay, interpretada por el guitarrista de Junín, Oswaldo Castillo.

Dejo una traducción aproximada y no es que la haya hecho yo, debo avisar.
Huerfanito

Si tuviera mamá, si tuviera papá, huerfanito,
no estaría llorando como ahora, huerfanito,
no estaría sufriendo como ellos, huerfanito;
cuando muerto me encuentre en el panteón, huerfanito,
¡qué mamá, qué papá llorará por mí?
¿qué papá, que mamá se apenará por mí?
¿Dónde está tu mamá?,
¿dónde está tu papá, huerfanito?
Mi mamá ya está en el corazón de la tierra, huerfanito,
y mi papá está en pueblo ajeno, huerfanito;
algunos tienen papá y mamá, huerfanito,
en cambio yo caminaré en pueblos ajenos, huerfanito,
sin nadie y sin nada, huerfanito.

7. Un virtuoso de la guitarra de Ayacucho, don Raúl García Zárate, aporta este Huayno.

8. Y otro virtuoso ayacuchano, Walter Mendieta Callirgos, deja aquí dos piezas Gaviota gentil y Adiós, pueblo de Ayacucho.

9. Al fin y por fin, Nicomedes Santa Cruz -de quien se podrá decir muchas cosas, menos que no sabe hacer buenas décimas- trae, precisamente, estas Décimas al Señor de los Milagros.


Y con eso creo que vamos tirando.


Sobre todo un servidor.

Así que: buenas noches.