lunes, 19 de enero de 2009

Día 19

“Día 19. Ceder el paso en la calle, pero no en la frontera.”

Tal vez, supongo, para el comentario de esta Florecilla galana, habrá quien tenga más verba que la mía, supuesto también el caso de que se la quisiere glosar inflamando la gola.

Si alguno me preguntara, en cambio, diría que esta Florecilla cuadra con la anterior bonitamente, de modo que el comento básico ya estaría hecho. Porque, si no estoy muy equivocado, ceder el paso en la frontera o no cederlo termina por dar vencedores y vencidos y con ello lo dicho al respecto. Mientras tanto, ceder el paso en la calle o es cosa de petimetre adulador de señoras y baboso de doncellas o es cosa de caballero de buena ley. Llegado el caso, entonces, de que a este señor le tocara ir a defender la frontera o a cruzarla, y ser por ello vencedor o vencido, resultará que si es un caballero como Dios manda, y ha meditado a conciencia la Flor anterior, sabrá lo que tiene que hacer, según y conforme.