lunes, 10 de noviembre de 2008

Hernández, Oscar y el negro

Lo negro, como la izquierda, ha sido desplazado en la lengua hacia zonas oscuras y miserables. Mientras lo blanco connota pureza, lo negro trae la idea de suciedad. Mientras blanco es el vestido de las novias y negro es el vestido de las viudas, actuar por izquierda es hacer trampa, corromperse o implicarse en cualquier delito. Ir por derecha, en cambio, es ser frontal, tener coraje, tener paciencia, tener moral.

En el mundo en el que vivimos, lo negro ha sido marginado y sacrificado, porque lo negro es ajeno. La historia occidental está escrita por una mano blanca.

(...)

Sin embargo, el hecho simbólico de un negro allá arriba de todo es una buena ocasión para revisar las costuras de nuestro lenguaje, que fueron hechas cuando lo negro estaba lejos de ser bello, lejos de acceder a decisiones importantes y todavía más lejos de poder dar su propia versión de las cosas.


Dice don José Hernández (MF I, X, vv. 1855-1856) que
¡Es zonzo el cristiano macho
cuando el amor lo domina!
Y le han hecho decir millones de veces a Oscar Wilde aquello de que
I can resist everything but temptation.

Muy bien.

Mezclemos un poco, entonces, y saquemos conclusiones:

1. No solamente es zonzo el cristiano macho. No solamente es zonzo aquel a quien el amor lo domina. Puede haber cristianas hembras zonzas por amor. Puede haber hembras –cristianas o no- zonzas por otras razones. El texto que copio arriba, es parte de una nota típica, que creo que es una buena muestra de esto que digo.

2. Es linda la frasecita de Oscar Wilde. Juguetona, linda para bromear, incluso para escandalizar a un auditorio pacatón. A Wilde se le ocurrían infinidades de cosas con lo de la tentación. De allí que aparezcan con su nombre frases como aquella que dice que the only way to get rid of temptation is to yield to it..., que es una especie de complemento de la primera que copié. O aquella otra que, con un poco más de enjundia, dice: Do you really think it is weakness that yields to temptation? I tell you that there are terrible temptations which it requires strength, strength and courage to yield to. Pero, como fuere, hay que resistir algunas tentaciones, don Oscar. No, no estoy hablando de “esas” tentaciones. No porque haya que ignorarlas, sino porque no son “las” tentaciones. Tentación jodida es, por ejemplo, mezclar, hacer de lo tuerto la ley, hacer de lo particular lo universal, sacar agua a como dé lugar y llevarla para su molino, así se mueve la piedra que molerá un grano falluto que dará una harina inútil. Eso sí que es tentación-tentación. Como la de esta hembra zonza que cito más arriba, que no por amor a otro, sino tal vez por amor a lo que cree que es su propia inteligencia, enamorada de sí más que de nada, dice las pavadas que allí dice.

Es muy fácil contestarle, y es una tentación. Pero aunque soy bien zonzo y la única cosa que no puedo resistir es una tentación, esta vez paso.

Contéstenle ustedes, si quieren.