jueves, 6 de octubre de 2005

Rosas

En 1929, Leopoldo Marechal publicó en Odas para el hombre y la mujer, ésta:
De la Rosa Bermeja

El hombre que parece boyero de sus días
(¡y alza, en verdad, mutismos de boyero!)
me ha tirado su flor,
una rosa bermeja.

Yo recordé una forma de mujer y su llanto
desvanecido entre las muchas aguas;
él ha nombrado un mar que no fatiga
sus telares de música.

Hombre que al hombre tiras una flor:
ante la rosa roja siempre hablarás del mar,
y siempre una mujer habrá en las rosas
que me diga la tierra.
Pero nunca sabremos
lo que la rosa es fuera de nosotros:
la rosa emancipada de tu color y el mío,
la flor en su tremenda soledad.
Porque la rosa roja se aprieta, y es un nudo
que guarda su secreto.

¡Digamos alabanzas de la rosa,
multiplicado corazón del día!
¡Cantemos a la rosa que tira su puñado
de amor a la guerrera mocedad de los vientos!
La rosa blanca junto al mar desnudo,
la rosa roja que arde paralela de la mujer.
¡Pero no descubramos
lo que la rosa es fuera de nosotros!

¡Ah, si tus manos rústicas, Boyero,
desataran el nudo de la rosa bermeja,
y atisbasen mis ojos por el ojo invertido
de la flor que se mida!
Tal vez se dispersara entre tus manos
el haz deshecho de la realidad,
o hallarían mis ojos la figura de un Dios
que ha cruzado las piernas
y te sueña y me sueña.

Pero la rosa guarda su secreto,
cárcel que se derrumba y se levanta:
es una voz ardida
que no sabe callar en la boca del mundo.

Algo más de cincuenta años después, Jorge Luis Borges publicó este soneto (que recuerdo haber leído en el diario Clarín):
William Blake

¿Dónde estará la rosa que en tu mano
prodiga sin saberlo íntimos dones?
No en el color, porque la flor es ciega,
Ni en la dulce fragancia inagotable,
Ni en el peso de un pétalo. Esas cosas
Son un pocos y perdidos ecos.
La rosa verdadera está muy lejos.
Puede ser un pilar o una batalla
O un firmamento de ángeles o un mundo
Infinito, secreto y necesario.
O el júbilo de un dios que no veremos
O un planeta de plata en otro cielo
O un terrible arquetipo que no tiene
La forma de la rosa.