viernes, 7 de abril de 2023

Corazones rotos (III)


No solamente porque hoy es Viernes Santo. Principalmente por eso, pero no solamente.

Mi corazón va hacia aquellos lados, allí donde moran esos corazones tristes y rotos. Aquellos pocos corazones argentinos de los que ya hablé, sufridos por todas partes: su pobreza, su abandono, sus dolores amorosos, su tristeza de una vida desperdiciada en lágrimas y soledad, sus desvíos y desconsuelos, su fe escasa o nula, su rabia y sus discursos de comida enlatada.

Es Viernes Santo y hay a Quien pedirle por ellos, que están crucificados con Él. Y que Lo han crucificado, a la vez.

Pedir por ellos (para ellos y en su nombre) es pedir con ellos, también. Porque todos –casas más, casas menos– necesitamos a Jesús haciendo de Cireneo y de Verónica en nuestras vidas.

Y Jesús lo sabe.