El aire silba su esmeril opaco.Cubre marzo,ya escamado de niebla a mis espaldas.Navegan con el viento las cenizas,como la nada, sutiles.Una proa, sin embargo, surca las horas,taja el tiempo adelante,lo convoca,va a su encuentro.En un lecho de otoño,a mí, timonel de abril,me espera el epitalamio de hojas doradas,que celebra el amormás fuerte que la muerte.