sábado, 8 de agosto de 2020

Madrigal en vilo


El tiempo, vuelto en años,
me ha llevado a una edad que aún no ha muerto.
Por caminos extraños,
vierte tu voz de trigo renacida,
germina los desiertos
y sostiene la vida
del alma en vilo, amante y conmovida.

Tus ojos, en concierto
con tu voz, son tan bálsamo en la herida
que, al corazón despierto,
años de sin razón y desengaños
se le tornan el sueño que se olvida;
y una niebla de amaños
se disipa a tu luz, sin duelo y daños.