Llega en el aire claro. Da un sencillorumor al sueño gris; y la mañanase conmueve de rojo y amarillo;ya en los piares de liturgia arcanallega sin más decir, ligeramente,sutil como el silencio de la casa,y tenue como un beso adolescentey quieto como el tiempo que no pasa.Llega en la soledad callada y fríade cada noche que urge cada tarde;y el cielo entero vibra en cada hebra.¿Llega de dònde? Diría de un alardede la fragua del mundo, que sabìaque el otoño se goza y se celebra.