miércoles, 25 de marzo de 2020

Crónica de una Vida anunciada






Y haríamos bien en recordarla.


Porque la Fiesta de la Anunciación que celebramos hoy es el cumplimiento de una Promesa.


Pero es un recordatorio, además.


De algo que no podemos olvidar. Nunca.


Un recordatorio que termina con las palabras: Ecce ancilla Domini. Fiat mihi secundum verbum tuum.


Y con eso, la Madre de la Promesa Cumplida, nos dice qué tenemos que hacer.