miércoles, 19 de febrero de 2020

Gracias totales




Es imposible hablar de nada. No decir nada.

Se puede hablar "como si..." se hablara de nada. Hay quien parece que habla de nada, por más que hable de algo. Escribe nada. Hay quien no dice nada. O hay quien dice naderías. Oquedades sonoras que parecen algo de la nada. 

Contradictio, formaliter.

No dijo nada de nada. Habla y no dice nada. Es la nada misma. Tengo ganas de nada.

Son expresiones. Modos de decir, de querer decir.


Pero no hay huecos absolutos. Nunca.


Ni el silencio es nada. Ni el silencio es decir nada.

El silencio"habla", dice algo de algo.

Y hasta dice algo...de la nada. Algo. No nada.


Inútil.

Es inútil.

No es posible.

Nos es imposible.


Se podrá modular los signos del ser, hasta reducirlos a su mínima expresión. Como se puede modular las acciones, hasta reducirlas a su mínima expresión.

Se diría una nada secundum quid. Pero no una nada simpliciter.

La nada-nada nos es imposible.

(Claro. Y ya dije de ella que nos es imposible. Y ella no es.)


El ser es total.

Gracias a Dios.

Gracias literales.


Gracias totales.