martes, 30 de abril de 2019

Mayo siempre


Mañana será mayo, nuevamente.
Recuerdo un empedrado, la luz fría
de una tarde entre plátanos altísimos,
una ventana gris, el roble oscuro
de una mesa, el silencio entre las voces,
un resplandor de Escocia taciturna
que deshiela el otoño, el aire herido
de un humo dulce y áspero, la risa.
Estoy en esa calle, recostado
sobre una esquina que simula piedras
en paredes añosas. Cae la noche.
Casi vacía, la ciudad murmura.
El día ya pasó. Fin y principio
de un tiempo detenido, siempre mayo.