domingo, 11 de junio de 2017

Insomnio


Te vi en la noche.

Yo te vi.

¿Te creías amparada,
así, asomada apenas,
confundida con el aire del este?

No me viste, incendiada y fría como estabas.
Oculta en un azul que ardía de tu luz.

Te vi quebrarte entre ramajes,
y silenciosa, como un amante nocturno,
te vi mezclarte entre la púrpura de flores quietas,
subiendo los peldaños de las cosas;

y después traslucir las veredas de piedra
y al fin rodar hacia mí con tu séquito de esferas y de ángeles.

No me veías.

Yo sí.

Y toda la noche estuve viéndote,
y quise verte siempre,
verte toda la noche de un día.

Ver cómo lucías al amanecer.
Y a mi costado.


Y te vi.

Y no me viste.

Luna de junio,
pastora del cielo.