miércoles, 25 de mayo de 2016

Niños de la Patria




Iba parado en el pasillo del tren. Cadete militar, franco por la fiesta patria, con uniforme de salida.

Unos asientos más allá, viajaba una familia. Un niñito -unos 5 años- jugaba y peleaba con una niña apenas mayor que él; no bien lo vio, fingió entre risas y en voz alta un pedido de auxilio: "policía, policía... mi hermana me está pegando..."

Unos miunutos después, otro niño. Apenas vestido, repartía estampitas pidiendo limosna. Unos 9 años tendría.

Se enfrentó al cadete y le ofreció una. El cadete, tomó el papelito y lo saludó con la mano. Uno de esos saludos de código: palma contra palma, choque de puños.

El chico sonrió: "Hola..." y, siguiendo, completó con naturalidad: "...feliz día..."


Curioso.

Uno, vio un uniforme y vio un policía.

El otro, vio un uniforme y vio el 25 de mayo. Vio la Patria, digamos, para simplificar.

Y tendría que haber sido al revés, diría.

El que vio la Patria, tal vez debería haber visto a un genérico uniformado: a un poli, a un tira.


Y sin embargo, no.


¿De dónde habrá sacado el niño mendigo ese feliz día?

¿Y el otro? ¿De dónde habrá sacado el policía, policía...?


Se ve que uno de los dos, el menos pensado, lo primero que vio fue nada más que un uniforme.

Y el otro, el menos pensado, vio algo más que un uniforme.