Voy a robarle un minuto.
En realidad, 7 minutos.
Desde que la oí, me gustó siempre esta canción The briar and the rose, en la versión de Niamh Parsons & The Loose Connections, ella una irlandesa de Dublín y ellos también de la isla verde.
Tantos años después -recién hoy, fíjese-, y en un recreo de cosas, fui a buscar los orígenes del asunto.
Y así es, porque no es una broma. Es la voz real del autor real de la canción, Tom Waits, cantando él mismo lo que él mismo compuso para una obra más extensa que no lo desdice en absoluto.
Son varias cosas, pero estoy muy cansado.
Entonces, al menos una. La que primero llegó al magín.
Tantas veces me ha parecido ver lo mismo: ¡qué poco se parece una versión de las cosas a las cosas tales y como son!
Y sé que digo eso y no estoy diciendo nada, porque es más largo y más entreverado y con más cosas mezclado todo.
Pero no hay tiempo. No tanto tiempo. Vaya como apunte, como nota de viaje.