miércoles, 9 de marzo de 2011

Creciente de luna




Traza un umbral austero
y la noche comienza.

Armada se aparece
en su túnica módica.

Ni hiere las hendijas,
ni estalla en las ventanas.

Afila contra el cedro
sus astas diminutas.

Mira al norte y sonríe;
al poniente, la espalda.

Apenas si alza el vuelo
cerca del horizonte.

Su blanco displicente
es un cordel de luz.