miércoles, 8 de septiembre de 2010

Señora

En Su cumpleaños, queda a Sus pies este Ave Maria. Es de Bartolomeo Tromboncino.



Y este pedido, con los versos de Carlos Sáenz.

Ahora y en la hora de nuestra muerte

Cuando me llegue el momento
de entonar mi propio oficio
uniendo mi sacrificio
al divino sacramento,
no sé si el entendimiento
se hallará libre o turbado...
Por eso va este recado
para la Madre de Dios:
que si me falla la voz
cante por mí lo callado.