miércoles, 30 de diciembre de 2009

Nueva luna llena


Noroestes de luna sueña el cielo
y le sangra una luz en su costado.
Madrugada de insomnio, aroma y vuelo
del corazón en flor, quieto y callado.
Con su frente estrellera sobre el suelo
la niebla penitente ha dibujado,
al este silencioso de ciruelo,
un sol maduro y fresco, ensangrentado.
Y es tan nueva la luna que se ha ido,
tan lúcida amanece en retirada,
tanto incendia la noche en que ha caído,
tan llena y luna es, va tan preñada
del día nuevo como del que ha sido,
que ya no está, pero no falta nada.