sábado, 31 de mayo de 2008

Lianas (IV)

¿Son las personas? ¿Es lo que hacen? ¿Lo que deshacen? ¿Lo que no hacen? ¿Lo que dejan?

¿Se acuerda de Carlos Menem, o Duhalde, de Jorge Yoma, de Eduardo Menem, de Manzano y Bauzá, de Vico y Hernández, de Zulema, de Erman González, de Vicente Saadi, de Dromi, Aráoz, Gostanián, Granillo Ocampo, Corach, María Julia, Balza, Di Tella, Elías Jassan, Alberto Kohan, Jorge Rodríguez, Domínguez, Claudia Bello, Grosso, Ruckauf, Toma, Vaca Narvaja, Ubaldini? ¿O de Raúl Alfonsín, de Tróccoli, de Coti y Caty Nosiglia, Caputo, Alchourrón, Sourrouille, Lorenzo Miguel, Machinea, Miguel Kiguel, Pugliese, Víctor Martínez, Guglialminetti, Terragno, Conrado y Federico Storani, Ideler Tonelli, Raúl Borrás, Marcelo Stubrin, Alconada Aramburú, Caridi, Bernardo Grinspun, Aldo Neri, Jorge y Mario Sábato, Roque Carranza, Germán López, los Cafiero, Graciela Fernández Meijide, Alvarez Guerrero, Berhongaray, Pedro Trucco, los Delich, Caro Figueroa, Héctor Lombardo, Carlos Becerra, Leopoldo Moreau, Lopérfido, Nicolás Gallo, Jesús Rodríguez, Santín, Flamarique, Rodríguez Giavarini, Llach, Vázquez, Moliné, Belluscio, Boggiano...?

Se acordarán tal vez los más aplicados en historia o los que tengan suficientes almanaques.

Pues bien: todos y cada uno de ellos, y más nombres que no copio por abreviar, fueron en su momento lo que hoy son -y también abrevio- Néstor Kirchner, Cristina Fernández, Alberto Fernández, Aníbal Fernández, Carlos Fernández, Moreno y Montoya, y Máximo Kirchner y Capitanich y Kunkel, Ginés González García, Pampuro, Bielsa, Garré, Alicia Kirchner, D'Elía, Moyano, Filmus, Massa, Ocaña, Taiana, Picchetto, Tomada, De Vido, Miguens, Buzzi, De Angeli, Felipe Solá, Zannini, Miguens y Llambías o Gioino, Zaffaroni, Argibay...

Y la Cámpora es la Coordinadora y la Coordinadora son los Celestes y los Rojo Punzó. Como Chascomús es La Rioja y Santa Cruz es Chascomús y La Rioja es Santa Cruz.

¿Quién quiere escribirle una biografía a cada uno de ellos o ellas? Yo no.

Tal vez sería mejor empiecen ya los que quieran escribir la de todos los de la lista, porque los que están ahora en los diarios, serán en algún tiempo los que ya no estén tanto o no estén nada. Y eso pasará en 20 minutos más, por decirlo en tiempos históricos. Antes de que sus hijos de usted crezcan, mi estimado amigo, todos ellos y más y más 'serán historia', un recuerdo, o un mal recuerdo, o un olvido del que incluso habrá que hacerles acordar a muchos, porque ya se habrán olvidado. Serán un nombre apenas reconocible, en muy buena medida.

Y eso que en su hora se comían los chicos crudos. Como los nombres de aquí y ahora se comen los chicos crudos aquí y ahora, y son el terror nocturno de varios, y el objeto del odio eterno de otros o del amor inarrugable o de la sinuosa y lábil lealtad, incluso.

No hay que volverse loco.

Por mucho que lo pretendan y lo ansíen -como muchos ansían el bronce o la riqueza- la mayoría de todos ellos, los de ayer y antier y los de hoy, pasarán o no a la historia por razones extrañas.

Hay como si le dijera dos historias, si me permite: la de cada quien y la de todos juntos.

Si se encuentran ambas, se topan a veces de modo ruidoso y notable, como si le dijera la historia de Sócrates y la de Atenas en el siglo V a. C.. Otras veces se nota menos o nada la topada de la historia propia con la de todos; porque como ya dije alguna vez: ¿quién se acuerda de Sofronisco, el padre de Sócrates, que sin embargo también tenía historia propia? Con todo y eso, la historia propia del padre de Sócrates -tan valiosa para él como la de su hijo- algo habrá dejado a la historia de todos, además de habernos dejado a su hijo Sócrates. Lo que pasa es que no lo sabemos.

Sam Gamyi y Frodo frente a Gollum: ambos quisieron matar al hobbit desfigurado, asesino, ladrón. Y Gandalf no lo deja a Frodo y Frodo no lo deja a Sam: sea lo que fuere o lo que haya sido, a Gollum le queda un papel que cumplir. Lo que Gollum hace, o no hace o deshace, tendrá relación con quién es y cómo es. Pero estamos mirando lo que hizo y el papel que juega. Cómo le fue al Gollum personal al final de toda la historia, es algo que no sabemos a ciencia cierta, fíjese.

Y ya veo que se me asoman acá uno por la izquierda y otro por derecha, me pispean la pantalla y me dicen que más arriba, en la lista, faltan nombres, que arranqué apenas en 1983 y que faltan.

Ta' bueno.

Métale. Después vemos.

Nombres podemos ponerlos todos. Más todavía: dígame desde cuándo quiere arrancar. Y hasta desde dónde, desde qué lugar de la tierra quiere arrancar: que Atila era asiático, Fidel es del Caribe y Mussolini era tano.

Y que comparezcan todos.

Pero la cuestión no es la lista, caballero.

Por mucho que los hiera, Kirchner hoy es Menem ayer. Por mucho que los hiera, Kunkel o Capitanich hoy son Jorge Yoma o Mera Figueroa ayer. Por mucho que las hiera la Hna. Pelloni ayer es Elisa Carrió hoy. Y así.

Interesan las personas, no tengo dudas. Quiénes son, qué piensan, cómo actúan, sus motivos, sus personalidades. Tales cuales y quienes son. Como es importante también ver cuáles son o han llegado a ser arquetipos y de qué son o han llegado a ser arquetipos y en qué circunstancias. O cuáles son una referencia y de qué lo son, cuáles son los héroes, los antihéroes. Cómo llegaron allí, por qué. Y cuál es su suerte personal. Eso está muy bien. No se niega.

No hay tanto sujeto colectivo que no haya personas. Personas reales, una a una, cuya impronta histórica es intransferible y no son un relleno, y no es indiferente su existencia o no, considerados en sí mismos y aún en medio de un conjunto de personas, en la historia propia y en la de todos.

Pero, principalmente, estamos -estoy- hablando ahora de la dirección y del sentido de la historia y de la Argentina.

Adónde va, de dónde viene, de dónde la traen y la traemos y adónde la llevan y la llevamos, adónde dejamos que la lleven, por qué, de qué manera. Quién la lleva y por qué, eso tiene importancia, claro.

Pero, en lo que estoy diciendo y pensando, quién es menos importante que cómo, por qué y hacia dónde.

Precisamente, cuando se pretende hacer idéntica a la persona con el emblema que representa es cuando puede patinar uno. Para bien y para mal.

Un par de ejemplos, nada más.

¿Quién 'inventó' -no quién usó- la tríada Libertad, Igualdad, Fraternidad?

Quiero la biografía. No, claro. Será interesante, tal vez decepcionante, si uno supiera exactamente quién fue. Ni vale la pena, difícil saberlo. No tiene que tener relación con la Revolución Francesa, incluso. Y tal vez ni siquiera la haya tenido. Hasta puede ser obra de uno que se puso a traducir una obra de san Agustín al francés en el siglo XVII, sin querer hacer un slogan con la tríada, sin saber que sería un slogan. Y más que un slogan.

¿Tiene usted a mano los nombres de los monjes que hicieron de Europa la Europa que fue?

La lista, digo. La lista completa, ésa quiero. Con las biografías y las ubicaciones geográfícas y los itinerarios y lo que cada uno aportó, todo eso. Incluso el carácter de los tipos, hasta quiero saber cuáles era más o menos elegantes y cuáles eran medio gronchos. Esa lista. Pero, si no es ésa, también me conformo con la de los 100 principales entre los siglos IV y XIV. No es tanto, a 10 nombres por siglo. Una bicoca.