sábado, 10 de marzo de 2007

What's Wrong With the World (II)

Roughly speaking (1) I praise them infinity because they want to smash modern society. (2) I blame them to infinity because of what they want to put in its place. As the smashing must, I supose, come first, my practical sympathies are mainly with them.

Muy bien. Entendido, creo.

Admito que estamos roughly speaking. Y un rough es un rough.

Pero.
I praise them infinity because they want to smash modern society...

No, esto no me parece ser así.

Cada palabra significa algo, por supuesto, y cada quien, hasta cierto punto, tiene un 'diccionario' más o menos peculiar. Y uno cree haber leído a GK lo suficiente como para entender el sentido general de la expresión.

La propia Maisie Ward advierte que su descuido en las precisiones no lo inhabilitan. Es certero. Escribe derecho con líneas chuecas. Sí. Piensa bien y, si se vuelve a leer lo que dice, muchas veces pasa que lo dicho se parece más al sentido verdadero de las cosas que las cosas mismas a las que refiere -mal presentadas, imprecisamente- como ejemplo. Un lujo que es difícil darse.

Pero aquí se trata de algo más que de palabras y de ejemplos posiblemente destartalados. Se trata de una tesis. Y de una conclusión.

¿Cuántas veces ha querido uno coincidir con la izquierda, dicho en términos amplios (izquierda, digo, y coincidir, digo también...)? Querido o no querido, de hecho yo mismo coincido muchas veces con esto y aquello, casi más bien fenomenológicamente. A veces pasa también que son los mismos 'enemigos'. Y esta es la razón principal de las coincidencias.

Ocurre que si uno está mirando con atención las fallas hondas del capitalismo, por ejemplo, puede encontrarse de repente con un fulano al lado que está mirando lo mismo. Y viendo cosas parecidas, por lo menos que llevan el mismo nombre, o uno casi idéntico.

Sí.

Como, en otro ámbito, si uno mira con atención la mundanidad de tantas cosas (desde la educación o los medios de comunicación hasta la forma de ser católico), ocurre que el mismo sujeto -o uno muy parecido- niega con la cabeza igual que uno, al mismo tiempo y frente a lo mismo.

Sí, también.

Pero no basta.

Al menos no basta hasta que nos aseguremos de algo fundamental. No cuenta el argumento oportuno de que primero matemos al cerdo y después veremos si hacemos los chorizos...

No.

Lamento disentir, querido amigo.

Sencillamente, no creo que sea verdad que el socialismo quiera to smash the modern society...

Hágale usted la prueba de formularle al socialismo cuatro o cinco preguntas fundamentales respecto de cuestiones que son axiales en la sociedad moderna (y que lo son para aquello que llamamos modernidad, porque de eso se trata lo que hace moderna a la sociedad moderna) y dígame si logra distinguir neta e inequívocamente a un socialista de su simétrico enfrentado.

Si usted hubiera dicho otra cosa en vez de modern society... Puede ser, y habríamos estado de acuerdo.

Por ejemplo.

El escándalo ante la explotación, las desigualdades y la pobreza. Solamente en un sentido absolutamente laxo y verdaderamente cuestionable es constitutivo del socialismo o de la izquierda. Sería como decir que antes de cualquier manifestación socialista o de izquierda a nadie se le ocurría nada semejante a tal escándalo. O, lo que es más risible y falso, que cualquier escándalo o acción ante la explotación, las desigualdades y la pobreza, es, eo ipso, socialista o de izquierda.

Porque, y precisamente, cuando dice
(2) I blame them to infinity because of what they want to put in its place.
es cuando debería darse cuenta de que no se trata sino de lo mismo en términos substanciales: modern society.

Porque no es solamente aquí la cuestión lo que pudiera tener de modern (hechas todas las salvedades respecto del valor de lo moderno más allá de lo moderno...), sino, y principalmente, lo que no tiene de society.

No siempre pasa exactamente así, pero muy habitualmente cuando uno pone algo en lugar de otra cosa que ha destruido, lo que está mostrando a la vez es la razón por la cual destruyó lo reemplazado.

Y aunque pudiera entender el sentido conmocionante y jocoso de
As the smashing must, I supose, come first, my practical sympathies are mainly with them...
no puedo acompañarlo en el encadenamiento de simpatías, no, al menos, enteramente.

Lo que el socialismo quiere de veras destruir no es exactamente la cara más horrenda -o la menos, tanto da- del capitalismo. Y me doy cuenta de lo que quiere destruir cuando me propone -y es una broma liviana decir que 'me propone'- con qué substituirlo.

En cualquier caso, y en la medida en que esta conversación debe seguir -aunque no ahora-, sé que a G.K. Chesterton no se le hubiera ocurrido contestar con un argumento que se oye a menudo y que tiene efectos estupidizantes: "Eso que usted dice favorece al capitalismo, porque con esos argumentos, creando una 'leyenda negra' del socialismo, el único que se beneficia es el capitalismo y lo que se afecta verdaderamente es la capacidad de reacción de quienes son explotados, hambreados, maltratados..."