Los pájaros vienen a comer del pan que les convido en el jardín, cerca de la puerta de la cueva. Y cantan, parlotean (con además una invasión de cotorras...)
Va saliendo el sol (el del Este puro y sin desvío del equinoccio...), listo el mate. A por las cosas del día.
¿Un poco de diarios y radio, amasado todo en volutas de noble Caporal? Pourquoipas?
Pero.
Ay.
Ay Nº 1: Un señor bastante francés dice en el diario que no hay más diferencias entre derechas e izquierdas. Lo más trivial -la primera afirmación, tal como está allí, es, a mi paladar, producto de una noche disipada-, es la fundamentación y la confirmación que nos ofrece de semejante sciocchezza.Y eso fue el principio. Apenas empezar.
Ay Nº 2: L'Onorevole Sircana. Es el portavoz de gobierno Prodi. Hay una foto dando vuelta por Italia. Un día, el muchacho -yendo del trabajo a casa- se dio una vuelta por ahí. Arrimó el auto a un presunto travesti en la calle, intercambió unas palabritas, clic foto y el escándalo. Lo más impresionante es el confronto de las razones del Onorevole Sircana y de su intervistador, Massimo Giannini. Por qué no renuncia, pregunta Massimo. Porque no renuncio, contesta l'Onorevole. Por qué debería renunciar, según Massimo. Por qué no debería renunciar, según Sircana. Todo mal. Altra sciocchezza.
Sciocchezze, beh...!
Exactamente.
Adivinaron.
Eso mismo hice.
Apagué la radio, cerré los diarios y me quedé con el Caporal sin filtro, el mate, los pájaros.
La mañana. Algo más sabroso.
No sé si voy a dedicarles más tiempo a estos dos ayes di sciocco. Y espero que no. Pero si uno los mira bien, he allí casi toda la ley y los profetas. Hasta en lo que tienen de insípido.