sábado, 18 de noviembre de 2006

Gregorio 0 - 3 (Lesson two: the defeat)

El caso es que Gregorio pasó de ronda, a la serie de ganadores. En el primer partido se comieron 3 goles.

Probablemente, se trata de un equipo de 'primera fase'. Probablemente, jugaron hoy contra el preferido de Grondona (je, je...)

Habrá que ver. Lo interesante, con todo, fue el segundo tiempo. Y la espantable tenacidad de Catedral -así se llama 'nuestro' equipo-, que más perdía, mejor jugaba. Una ecuación que difícilmente vuelva a darse en la vida, me parece, salvo que a uno se le hiciera hábito la siembra, sin desorden en el apetito de cosecha, cosa que ni el capitalismo ni la revolución pueden hacer (lo que prueba que lo que le hace mal al fútbol es que Maradona hable del Che y que la AFA exista...)

Esta vez solamente hubo alfajor, porque no había el puesto de los helados. Gregorio, imperturbable y ajeno al resultado, casi diría ajeno al fútbol mismo, jugó su mejor partido hasta ahora. La tribuna lo aclamaba y creo que estamos todos de acuerdo en que se le aplaude 'su permanente búsqueda y contacto con la pelota', me sentenció solemnemente un padre 'hipertecnificado'. La calidad del contacto, es otro asunto, pensaba yo. Los padres dicen que juega bien. Yo sé la verdad. Quieren decir que se mata jugando. Aunque ellos no lo sepan o no tengan ese concepto en su diccionario.

Mientras saludaban a los contrarios y mordisqueaba su pitanza, le 'pesqué' un fragmento de diálogo con un 'colega':
- Qué partido, qué lástima. Vos jugaste bien..., le dice su compagno que tiene muy buen dominio del balón.

- Parecía que iba a llover esta mañana, ¿no?
, contesta Gregorio, ¿mirá si llovía? Si llueve lo suspenden, ¿no?
Al final, caminábamos hacia la salida mientras miraba los colores de las camisetas de otros equipos y hacía sus comentarios estético-deportivos. Entonces, me preguntó a repetición:
-¿A qué hora es la comunión de Ana (su hermana inmediata mayor)? ¿De ahí nos vamos al casamiento (de una de sus primas y madrina de Ana...)? ¿A qué hora juegan los chicos (por dos de sus hermanos mayores, que jugaban al rato)? ¿Puedo ir a ver el partido de los chicos (en la otra punta del pueblo...)? ¿A qué hora jugamos mañana (por suerte a la tarde..., bien tarde, Gregorio, después de una siesta reparadora, que está claro que él parece no necesitar)?

Y listo.