miércoles, 16 de noviembre de 2005

Cuestión clave (III)

Quizás algunos ejemplos -entre los más altos y más claros- de que estoy hablando por -y con- otros cuando digo que esta cuestión es clave, sean estos textos que agrego más abajo.

Por ejemplo, y como prolegómeno, respecto del acto de entender y conocer, Santo Tomás de Aquino dice (en su opúsculo De ente et essentia, c. 7, 2) que
entre los accidentes que siguen a la forma hay alguno que no tiene comunicación con la materia, como el entender, el cual no se hace por medio de órgano corporal alguno, como lo prueba el Filósofo, en el Libro III del De anima, 4; hay otros accidentes, entre los que se siguen de la forma, que tienen comunicación con la materia, como el sentir; pero, pese a ello, no hay ningún accidente que siga a la materia sin comunicación con la forma.
En el Libro IV, capítulo 41 de la Summa contra Gentes, dice algo más.
Nec discrepat a rerum naturalium consuetudine quod alicuid sit naturaliter propium instrumentum alicuius quod tamen non est forma ipsius. Nam lingua, prout est instrumentum locutionis, est proprium organum intellectus: qui tamen, prout Philosophus probat (III De anima 4; 429a, 24-27; Espos. Lect. 7 (684)) nullius partis corporis partis est.
Con todo, me parece que esto que dice es en realidad parte del asunto aunque desde el punto de vista de las consideraciones accidentales.

Ya más específicamente referida a la cuestión clave, Santo Tomás -y son muchos los lugares donde dice esto de forma similar- trae estas relaciones (también en Contra Gentes, L. IV, c. 47) entre el Verbo Divino y la palabra humana:
Sicut verbum nostrum in mente conceptum invisibile est, exterius autem voce prolatum sensibile fit; ita verbum Dei secundum generationem aeternam in corde Patris invisibiliter existit, per incarnationem autem nobis sensibile factum est. Unde Verbi Dei incarnatio est sicut vocalis verbi nostri expressio. Expressio autem vocalis verbi nostri fit per spiritum nostrum, per quem vox verbi nostri formatur. Convenienter igitur et per Spiritum Filii Dei eius carnis formatio dicitur facta.
Ese ita (del mismo modo, así, similarmente) es el eje de la cuestión clave. Lo mismo y más, el sicut (como) de la oración siguiente.

Es probable que, en la siguiente relación -la formación de la palabra por el nuestro espíritu y la Encarnación del Verbo por el Espíritu-, podría pasársenos como si nada esa cuestión misteriosa de que nuestro espíritu "hace", "genera" (fit) las voces que lo expresarán.


* * *


Todavía, tal vez, quede por decir qué tiene de clave esta cuestión clave.

O no.